Información
general:
Autor: Dolores redondo
Páginas: 440
Editorial: Destino
Sinopsis:
Opinión
personal:
La novela tiene muy buena
pinta desde el principio, una serie de crímenes que van ocurriendo y la
protagonista tendrá que resolverlos y conseguir solucionar también los
fantasmas del pasado que le atormentan, ahora que ha vuelto a Elizondo, su
pueblo natal.
En este primer libro de la trilogía
del Baztán, se empieza a tratar con la protagonista principal que es Amaia
Salazar, una agente de homicidios a la que se le entrega la supervisión de un
caso que sucede en su localidad de origen, Elizondo.
Una de las características importantes
de la novela es la forma en la que la autora nos traslada al lugar de los
hechos, lo describe con total precisión y consigue que estemos leyendo imaginándonos
que el rio, el obrador o las calles están a nuestro alrededor.
Los primeros capítulos en
los que empieza la historia, le cuesta, en mi opinión, conseguir cautivarnos y
engancharnos de la manera que esperaba, si es cierto que esto se soluciona
pasados los primeros capítulos pero al principio he de decir que ha sido una
lectura lenta, pausada y sobrante de algunos aspectos.
Que se trate el tema del
Basajaun, los dioses paganos y este tipo de cosas espirituales, la verdad que
me ha fascinado, no me imaginaba que un folclore popular, y más español,
encajara a la perfección en una típica novela negra de asesinatos. Te llama
bastante la atención y hace que quieras saber más sobre las leyendas de esa
zona de España.
Con respecto a una de las
tramas principales, la historia de los fantasmas del pasado de Amaia, he de
decir que flojea en algunos aspectos. Pero flojea porque le falta algo más, le
falta un par de “capitulitos” en los que se nos vaya narrando un poco más del
pasado de la protagonista, puesto que, es y nos iremos dando cuenta, una carta
muy importante en la historia final y en el desenlace final. Al igual que el
gran papel que juega su tía y no es del todo explota.
Bueno, pasados numerosos
capítulos y un par de muertes más, se llega al final; en la lectura de estos
capítulos he de ser sincero y yo me esperaba que fueran saliendo más crímenes.
Como decía, se llega al final y piensas ¿No sé nada de quién puede ser el
asesin@ y no tengo ningún indicio a pesar de estar en el penúltimo capítulo?,
pues sí no te preocupes y no te has dejado ningún capitulo sin leer o que no
hayas entendido del todo, la autora consigue llevarnos a los dos últimos capítulos
sin tener un pequeño indicio de quien pude ser el asesin@. En realidad tampoco
es así, porque alguien espabilado puede llegar a entender quién puede ser el
asesin@ de esas niñas, pero tendría que pensar en unos detalles que se dan muy
por encima y a los que no les prestas del todo la atención.
Pese a que has tenido que
hilar muy fino para tener algún tipo de conjetura sobre el posible desenlace de
la historia, llega el final, un final que no defrauda a nadie y un final que va
a tener punto y aparte para las dos tramas de la historia. Por un lado se sabe quién
ha matado a esas niñas y también se pone un punto y aparte a uno de los traumas
de la protagonista.
Puntos a favor: es una buena
novela negra, mezcla toques de la fantasía y de los mitos de la zona norte de
España y entremezcla la vida de la protagonista de una forma excepcional.
Posibles puntos en contra:
el alto nivel de atención que tienes que prestas para poder tener una posible
conjetura a la hora del final y la captación del lector en el principio del
libro, que para mi gusto, flojea un poco.
Nota final: La historia está bastante bien, esa mezcla de pasado y presente y la
mezcla entre novela negra y la historia personal de la protagonista están muy
bien enlazadas, pese a ello me fallan algunas cosas. Le pongo un 7/10.
Esperando a
leer la segunda parte, El legado en los
huesos, y a que salga su tercera.
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